No es ningún secreto que los edificios públicos suelen suponer una fuga de recursos energéticos. Pero lo que mucha gente no sabe es que incluso una pequeña reforma o rehabilitación del edificio puede suponer una gran diferencia en la cantidad de energía que utiliza un edificio público. Realizando algunas reformas sencillas para mejorar la eficiencia energética de los edificios públicos, podemos ahorrar dinero, conservar recursos y reducir nuestro impacto medioambiental. Como expertos en construcción y rehabilitación, te contamos qué trabajos de rehabilitación de edificios ayudan a ahorrar energía en edificios públicos.
Iluminación LED para ahorrar luz en edificios públicos
Una de las formas más sencillas de ahorrar energía en los edificios públicos es mejorar la iluminación. Cambiar las viejas bombillas incandescentes por bombillas LED más eficientes es una forma estupenda de reducir el consumo de energía sin sacrificar la calidad de la luz. De hecho, los LED utilizan hasta un 75% menos de energía que las bombillas incandescentes tradicionales y duran hasta 25 veces más. Eso significa que se gasta menos dinero en la sustitución de las bombillas y se reducen las facturas de energía para el edificio en su conjunto.
Otros trabajos de rehabilitación de edificios
Otra forma fácil de ahorrar energía es renovar las ventanas. Las ventanas viejas pueden tener corrientes de aire y dejar entrar el calor o el frío no deseados, lo que hace que el sistema de calefacción y aire acondicionado tenga que trabajar más de la cuenta para mantener el edificio confortable. Sustituir las ventanas de un solo cristal por otras de doble o triple cristal puede ayudar a reducir las corrientes de aire y a mantener la temperatura más constante, lo que se traduce en facturas de energía más bajas.
Por supuesto, hay otras formas de ahorrar energía en los edificios públicos más allá de mejorar la iluminación y las ventanas:
- Mejorar el aislamiento
- Instalar paneles solares
- Utilizar sensores de ocupación
Todas ellas son formas estupendas de reducir aún más el consumo de energía. Pero incluso dar pequeños pasos, especialmente renovar la iluminación, puede suponer una gran diferencia en la cantidad de energía que utiliza un edificio público.
Los edificios públicos desempeñan un papel importante en nuestras comunidades: son lugares donde nos reunimos para trabajar, divertirnos y socializar. Pero también consumen mucha energía, energía que tiene un coste tanto económico como medioambiental. Si hacemos algunas reformas sencillas para mejorar la eficiencia energética de los edificios públicos, podemos ahorrar dinero, conservar recursos y reducir nuestro impacto medioambiental. ¿Quieres hacer esas reformas en tu edificio? ¡Contacta con Starkylon sin compromiso!